« It’s easy, it’s all flat… » (« C’est facile, c’est tout plat… ») Règle numéro un : ne jamais se fier aux employés des agences de voyage lorsqu’ils essaient de vous refourguer un produit. En l’occurence, trois jours de trekking. Bon, d’accord, on l’avait bien cherché : c’est nous qui voulions faire ce trekking dans les contreforts de l’Hymalaya, à cheval sur le Népal et l’Inde. Trois jours en plein hiver, avec une cinquantaine de kilomètres, ça ne nous a même pas refroidi…
C’est en fait dès les premières minutes de marche que ça nous a fait tout drôle : d’une part, car nous étions déjà à plus de 2000 m d’altitude et que ça se ressent franchement au niveau de la respiration. D’autre part, car il s’agissait de marche verticale, d’escaliers en fait.
« It’s all flat… » Oui, c’est ça… En fait, le premier jour, on grimpe sur 12 kilomètres pour passer de 2200 à 3070 m d’altitude. Le deuxième, on commence par une descente pour tomber à 2500 m… avant de regrimper à 3636 m. Et le dernier, on passe en dix kilomètres de 3600 à 2000 m. Au final, un total de 4200 m de dénivelé, qu’il soit positif ou négatif sur les trois jours. Bonjour les courbatures le jour d’après.
Des courbatures, oui. Mais aussi un vrai émerveillement : celui de voir le soleil se lever sur l’Everest, à une soixantaine de kilomètres à vol d’oiseau de notre répère nocturne (avec chambre sans chauffage), posé juste à la frontière, côté népalais). Une vision simplement extraordinaire pour trois jours avec la tête quasiment dans les étoiles…
« Es fácil, todo es plano … » (« Es fácil, todo es plano … ») Regla número uno: nunca confíes en los empleados de las agencias de viajes cuando pides información y regateas una excursión. En este caso, tres días de trekking que según ellos es plano pero que presenta un desnivel de 2000 metros que debes salvar en dos días. Bueno, de acuerdo, lo habíamos buscado: queríamos hacer este trekking en las montañas del Hymalaya, entre Nepal y la India. Tres días en medio del invierno, con unos cincuenta kilómetros, ni siquiera nos enfrió …
En realidad, desde los primeros minutos de caminata, el concepto de todo plano nos empezó a rayar: por un lado, porque ya estábamos a más de 2000 m de altitud y eso hace resentir la respiración que no veas, por otro lado, porque se trataba de una caminata vertical, de hecho escaleras.
« Todo es plano … » Sí, eso es … De hecho, el primer día, subimos 12 kilómetros para ir de 2200 a 3070 m de altitud. El segundo, comenzamos con un descenso a 2500 m … antes de subir a 3636 m. Y por último, pasamos en diez kilómetros de 3600 a 2000 m. Al final, un total de 4200 m de diferencia en altura, ya sea positiva o negativa durante los tres días. Como duele el cuerpo al día siguiente!!
Dolores, sí. Pero también una verdadera maravilla: la de ver la salida del sol en el Everest, a unos sesenta kilómetros en línea recta (con habitación sin calefacción), colocado justo en la frontera, lado nepalí. Una visión simplemente extraordinaria durante tres días con la cabeza casi en las estrellas …
¡Vaya colocón el de los invitados a la boda!! ¡Qué gracioso!
Yo sería incapaz de hacer ese pateo, con esos desniveles así que me perdería las vistas increibles de esos montañones, con los cielos azules. Una pasada. Sigan descubriendo cosas y poniendo videos, que hacen que me sienta como si estuviera por ahí, sufriendo pero disfrutando..
Muchos besos
Marian y Paco
Sana envidia, o no tan sana, en dosis monumentales. L’ Everest, el Kanzhenjunga… cims somiats quan anava a la muntanya.
Menos mal que vosotros estáis en forma y de gimnasio! Menudo paisaje! 😘
Ayyy… Qué bonito! Me hubiese encantado hacer ese treking. Espectacular!. Besitos! Y las bodas… Que no falten..