A New York, il suffit d’une cinquantaine de secondes pour changer d’univers. C’est en effet le temps moyen que mettent les ascenseurs pour gravier les 80 ou 90 étages séparant le rez-de-chaussée et la terrasse panoramique permettant aux visiteurs d’embrasser cet extraordinaire paysage urbain à 360°. Aujourd’hui, quatre buildings sont ouverts au public et permettent de découvrir des vues à chaque fois différentes mais tout aussi epoustouflantes.
L’Empire state building a été le premier à ouvrir ses portes au grand public. Depuis 1931, ce mythique building au cœur de Manhattan garde sa décoration art déco un poil poussiéreuse et joue sur son histoire, notamment cinématographique, puisque c’est le gratte-ciel sur lequel avait évolué King Kong…
Deux ans plus tard, le Rockfeller center s’invitait au grand spectacle. Son observatoire (« Top of the Rock ») ouvre le en 1933, mais la remodélation complète en 2005 vous permet de profiter d’une vision intégrale, notamment depuis la plaforme la plus haute, avec une vue parfaitement dégagée.
Forcément plus récent, le One World observatory se positionne sur la tour la plus haute de la ville, ayant prix le relais des désormais détruites Twins Tower. Un spectacle grandiose que l’on doit accompagner par la visite du 9•11 Memorial, en hommage aux milliers de morts des attentats.
Enfin, depuis deux ans, le tout nouveau quartier d’Hudson Rocks abrite la Highline Tour, avec son centre commercial semblable à n’importe quel autre, mais aussi et surtout « the Edge« , une plateforme à 335 m de hauteur qui semblé détachée de l’édifice, avec notamment quelques mètres carrés du sol remplacés par des pavés de verre pour vous donner l’impression de flotter dans les airs…
A noter : les prix d’entrée de chacune de ces attractions ne sont pas donnés (au minimum 40$ chacun)…
En Nueva York, solo se necesitan unos cincuenta segundos para cambiar de universo. De hecho, este es el tiempo promedio que tardan los ascensores en subir los 80 o 90 pisos que separan la planta baja y la terraza panorámica que permite a los visitantes disfrutar de este extraordinario paisaje urbano de 360°. Hoy, cuatro edificios están abiertos al público y permiten descubrir vistas diferentes pero igual de impresionantes.
El Empire State Building fue el primero en abrir sus puertas al público en general. Desde 1931, este mítico edificio en el corazón de Manhattan ha mantenido su decoración art déco un poco empolvada y juega con su historia, sobre todo cinematográfica, ya que es el rascacielos sobre el que había “paseado” King Kong…
Dos años más tarde, el centro Rockefeller se autoinvitó al gran espectáculo. Su observatorio (« Top of the Rock ») abrió sus puertas en 1933, pero la remodelación completa en 2005 permite disfrutar de una vista integral, especialmente desde la plataforma más alta, con una vista perfectamente despejada.
Obviamente más reciente, el observatorio One World está ubicado en la torre más alta de la ciudad, tomando el relevo de las ahora destruidas Twins Towers. Un espectáculo grandioso que debe ir acompañado de una visita al Memorial 9•11, en homenaje a los miles de muertos en los atentados.
Por último, desde hace dos años, el flamante distrito de Hudson Rocks alberga la Highline Tower, con un centro comercial como cualquier otro, pero también y sobre todo “the Edge”, una plataforma de 335 m de altura que parece desprendida del edificio, en concreto algunos metros cuadrados del suelo reemplazados por adoquines de vidrio para dar la impresión de flotar en el aire…
Nota: no se dan los precios de entrada para cada una de estas atracciones (al menos $40 cada una)…
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I once again fijnd myslf personally spending wway ttoo mucxh time both reading andd possting comments.
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Yo había pensado hacer dos miradores, el Empíre por su historia y the Edge porque parece el más impresionante….si Oliver lo resiste….os parece bien así? Añadiríais algún otro?