Ultime étape en Ethiopie, dans la cité d’Harar, qui ne ressemble à nulle autre dans le pays. Cette enclave musulmane, qui ne fut visitée pour la première fois qu’au XIXe siècle par des européens, est un véritable labyrinthe composé de dizaines de ruelles encadrées de maisons aux façades colorées.
Rimbaud vécu dans cette ville, délaissant la plume pour le commerce de café… et celui de substances moins licites. Le kath en faisait sûrement partie, tout comme aujourd’hui. Cette plante hallucinogène, vendue en masse sur les marché, est largement consommé dans les rues, laissant les trottoirs se remplir d’une population mi-aggressive, mi-défoncée…
Au-delà de ce grave problème de santé publique, Harar est une cité vibrante, colorée, animée, laissant la part belle aux marchés et aux échoppes. Et ce qui surprend peut-être le plus est la place laissée aux animaux dans le cœur historique. Certes, moutons, ânes et chèvres sont omniprésents dans toutes les villes du pays. Mais ici, ils occupent une place toute particulière, aux côtés d’un autre mammifères bien moins traditionnel : les hyènes…

Última etapa en Etiopía, en la ciudad de Harar, que no se parece a ninguna otra en el país. Este enclave musulmán, que fue visitado por primera vez en el siglo XIX por los europeos, es un laberinto de docenas de calles enmarcadas por casas con fachadas de colores.
Rimbaud vivió en esta ciudad, dejando la pluma para el comercio de café… y la de substancias menos lícitas. El qat era ciertamente parte de eso, al igual que hoy. Esta planta alucinógena, que se vende en masa en el mercado, se consume ampliamente en las calles, dejando que las aceras se llenen con una población medio agresiva, medio destrozada…
Más allá de este grave problema de salud pública, Harar es una ciudad vibrante, colorida, animada, que ofrece muchos mercados y puestos. Y quizás lo más sorprendente es el lugar que le queda a los animales en el corazón histórico. Ciertamente, las ovejas, los burros y las cabras son omnipresentes en todas las ciudades del país. Pero aquí, ocupan un lugar muy especial, junto a otros mamíferos mucho menos tradicionales: las hienas…


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laurent&jose
admin@findusnow.fr

6 thoughts on “L’étrange bestiaire d’Harar/El extraño bestiario de Harar”

  1. Hola, compañeros de piso!
    Me alegro que os gustara Harar. Lo de la planta alucinógena no es nada comparado con Djibouti donde los puestos donde la venden sustituyen directamente a los de comida.
    La gente de Harar me resultó muy agradable.
    Un beso!
    A ver donde nos encontramos la próxima vez 🙂

  2. Como puede se que a Salomón le gustase las hienas.No me gusta nada este animal.Lo siento.Y qué pena lo que comentáis de la planta alucinógena. Qué no sé haga nada al respecto me parece muy heavy en el s.XXI.Que rabia!

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