A 250 kilomètres de Xia’men, en plein cœur de la province de Fújiàn, existe un type de logement qui n’est pas sans rappeler le Familistère Godin (à Guise, dans l’Aisne) ou, plus prosaïquement, nos HLM modernes. Ce logement, c’est le tûlóu, un édifice circulaire ou rectangulaire, d’au moins une douzaine de mètres de haut. Le bâtiment est plus qu’austère et massif, avec une mur extérieur uniforme et quasiment sans fenêtre, excepté dans les parties les plus hautes.
Mais c’est lorsque vous poussez l’unique porte d’entrée que la magie opère : vous découvrez alors un monde qui était soigneusement protégé par cette armure extérieure. Devant vous, une place extérieure qui tient lieu de salle de réunion, de forum, de cuisines centrales avec les femmes qui s’agitent devant leur wok. De tous les côtés, vous apercevez les grandes galeries qui entourent l’intérieur de l’édifice, répartissant les zones de vie entre les étages : en bas, une petite pièce pour vivre ; au dessus, le lieu qui sert de réserve ; en haut, les chambres. Ces dernières sont pour le moins spartiates, et c’est peu dire que l’isolation phonique est anecdotique dans cet enchevêtrement de poutres et de planches.
Les plus anciens de ces tûlóus ne datent pas d’hier : l’origine de ces constructions remonte en effet à quasiment un millénaire. Pour autant, rares sont ceux qui datent de cette époque : le feu ou la simple usure du temps ont eu raison de ces édifices de bois, de glaise et de bambou. Mais ils n’ont pas tous disparu pour autant, au contraire : on estime à 30 000 le nombre de ces édifices typiques de cette région. Et il n’est pas rare de découvrir au détour d’un chemin un bâtiment qui ne compte que quelques années, abritant le plus souvent les membres d’une même famille.
Alors, certes, les plus fameux tûlóus, ceux qui se trouvent sur le circuit touristique, ont transformé leur place centrale en vaste supermarché de babioles. Mais il ne s’agit que d’une minorité : les doigts des deux mains suffisent pour les dénombrer. Autant dire qu’il est aisé de trouver un tûlóu originel, quasi vierge de toute visite, et dans lequel les habitants vous accueillent avec un grand sourire…

A 250 kilómetros de Xiamen, en el corazón de la provincia de Fújiàn, hay un tipo de vivienda que es una reminiscencia del ‘Familistere’ de Godin (en Guise, norte de Francia) o, más prosaicamente, nuestros modernos pisos sociales (también podríamos asociarlo a las corralas que fueron tan populares en Madrid). Esta vivienda es la tûlóu, un edificio circular o rectangular, de al menos una docena de metros de altura. El edificio es muy austero y macizo, con una pared exterior uniforme y virtualmente sin ventanas, excepto en las partes más altas.
Pero cuando empujas la única puerta de entrada la magia aparece: descubres un mundo que fue cuidadosamente protegido por esta armadura externa. En frente, un lugar al aire libre donde se llevan a cabo las reuniones, el forum, y las cocinas centrales con mujeres infatigables frente a su wok. Desde todos los lados, se pueden ver las grandes galerías que rodean el interior del edificio, cubriendo todas las facetas de la vida entre sus pisos: en la parte baja, una pequeña sala de estar; a continuación, el lugar que sirve de almacén; y arriba, las habitaciones. Desde luego que las habitaciones son rústicas, espartanas y pequeñas , y se queda uno corto al decir que el aislamiento acústico es anecdótico en esta maraña de vigas y tablones.
El más antiguo de estos tûlóus no data de ayer: el origen de estas construcciones se remonta de hecho a casi un milenio. Sin embargo, hay pocos actualmente que datan de este período: el fuego o el simple desgaste del tiempo han sido la razón de que estos edificios de madera, arcilla y bambú hayan sucumbido. Pero no todos ellos han desaparecido, al contrario: el número de estos edificios típicos en esta región se estima en 30 000. Y no es raro descubrir en el desvío de una carretera un edificio que sólo tiene unos pocos años, con frecuencia ocupada sólo por miembros de la misma familia.
Así que, por supuesto, los tûlóus más famosos, los que están en el circuito turístico, han transformado su lugar central en un gran supermercado de baratijas. Pero es sólo una minoría: los dedos de ambas manos son suficientes para contarlos. Se puede decir que es fácil encontrar un tûlóu original, casi virgen de turistas y visitas, y en los que los lugareños dan la bienvenida con una gran sonrisa..

laurent&jose
admin@findusnow.fr

5 thoughts on “L’habitat tûlóu / Vivir en un tûlóu”

  1. Es cierto que tienen que ver con las corralas, pero los chinos son especiales. Son chinos. Todo en ellos es distinto: su forma de pensar, su forma de organizarse sus prioridades…que además han ido cambiando. Me ha gustado mucho la visita. Está muy bien esto de viajar y descubriri cosas sin moverse uno del sillón, simplemente viendo el trabajo genial que están haciendo ustedes. Disfruten y sigan enviando, please. Aunque supongo que hacer tanto vídeo y tanto texto continuamente debe cansar, los estamos esperando. Somos sus fans incondicionales

    1. Cierto que los chinos son distintos a todo el mundo mundial, tanto es así que poco a poco acabaremos todos como ellos (nosotros ya empezamos a quererles). Viajar desde el sofá como ustedes saben mejor que nadie no permite oler ni tocar ni saborear y yo creo que tres sentidos sin alimentar son demasiados….. Disfrutamos enormemente y aquí mi querido y poco valordo Laurent no sólo no se cansa de hacer vídeos y textos sino que se ha convertido en su pasión/profesión. Además cuando le llegan comentarios como los de ustedes se viene absolutamente arriba, osea que en su nombre les digo…muchas gracias por seguirnos y sus comentarios. Esperamos verles pronto o en esta aventura o en otra. Besos mil

  2. No los conocía. Para su época me parece muy buena idea, pero ahora que estamos acostumbrados a otro tipo de vida acabaríamos matando al vecino.

  3. Que viviendas tan originales, no las conocia eso que miro mucho e lcanal de TV china en español y en el cual enseñan multitut de pueblos y etnias, que por ciertos hay muchas y muy interesantes nada chicos a disfrutar de tan variopinto e interesante pais. comeis aloz chino. ?

  4. Qué curioso!No conocía este tipo de construcción. Cuando estaba leyendo el texto imaginaba que sería muy oscuro por el hecho de no tener apenas ventanas pero al ver las imágenes he visto que entra bastante luz.Muy curioso.Me ha encantado y…como siempre…a seguir aprendiendo con este blog.Gracias chicos.Besos

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